Este año en Miravalle se vivió en grande la fiesta de Día de Muertos.

Después de lo acontecido, los pequeños Miravalle gozaron como nunca las tradiciones de nuestro México.

Y que mejor mes, que el de Noviembre para vivirlas.

El altar de Muertos, los vestidos, los olores, los sabores…todo fue motivo de alborozo y diversión.

La algarabía inicio muy de mañana. Con una muestra de “Cráneos Vestidos” los alumnos de secundaria desplegaron arte e ingenio. Tres ganadores dieron muestra de imaginación y colorido.

Como buenos hermanos mayores, invitaron a los más pequeños a festejar en su plaza cívica de un concierto de guitarras, donde entonaron música representativa y nostálgica, como: La Llorona, Dios nunca muere y otras bellas melodías acordes a la festividad.

El grupo de teatro, acompañados por los alumnos de literatura, montaron con gran éxito tres leyendas macabras, que hicieron el deleite de los asombrados asistentes.

Los pequeñitos del nivel preescolar ataviados como catrinas y pequeñas calaveras, recibieron dulces sorpresas al coro de: “queremos calaverita”. cantaron y bailaron, mientras desfilaban mostrando a toda la comunidad estudiantil sus caritas decoradas de mil colores.

Este año el altar de muertos dio paso a la flor de cempasúchil, otorgándole su indiscutible protagonismo, en ese mágico cuadro.

Cientos de flores rodearon los diferentes niveles, haciendo un camino dorado y oloroso a esas queridas almas que visitaron Colegio Miravalle.

¡EN COLEGIO MIRAVALLE VIVIMOS NUESTRAS TRADICIONES!